No todas las pérdidas ocurren de forma repentina. A veces, sabemos que una persona amada está por partir, ya sea por una enfermedad terminal o una condición de salud grave. Este proceso se conoce como "duelo anticipatorio" y, aunque poco visibilizado, es una vivencia profunda y válida que merece ser comprendida y acompañada con sensibilidad.
¿Qué es el duelo anticipatorio?
El duelo anticipatorio es la respuesta emocional que se experimenta antes de una pérdida, cuando sabemos que el fallecimiento de alguien cercano es inminente. A diferencia del duelo tradicional, este proceso se inicia mientras la persona aún vive, y puede estar cargado de ansiedad, tristeza, culpa y hasta alivio.
El psicólogo J. William Worden, en su libro "El tratamiento del duelo complicado", señala que este tipo de duelo puede facilitar el proceso posterior a la pérdida, ya que permite comenzar a elaborar emocionalmente la ausencia antes de que ocurra (Worden, 2009).
Emociones comunes en el duelo anticipatorio
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Tristeza al ver sufrir a quien amamos.
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Ansiedad por lo que vendrá y por el impacto que tendrá la pérdida.
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Culpa por pensamientos como "quiero que ya no sufra".
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Ambivalencia: deseo de que continúe con vida, pero también de que termine su sufrimiento.
Estas emociones pueden ser confusas, pero todas son válidas y comprensibles. No hay una forma correcta o incorrecta de vivir este tipo de duelo.
¿Cómo afrontar el duelo anticipatorio?
1. Habla sobre lo que sientes: Conversar con familiares, amigos o profesionales te permitirá poner en palabras lo que estás viviendo. También es positivo compartir recuerdos y despedidas con la persona que está partiendo, si la situación lo permite.
2. Crea espacios de conexión emocional: Aprovecha el tiempo restante para fortalecer vínculos: mirar fotos juntos, escuchar música que les guste, o simplemente estar presentes sin necesidad de palabras.
3. Cuida tu bienestar emocional y físico: Acompañar a alguien en su etapa final puede ser agotador. Dormir bien, alimentarte y tomarte pausas también es una forma de cuidar al otro.
4. Acepta que puedes sentir emociones contradictorias: No te juzgues si sientes alivio, rabia o cansancio. Todas estas emociones son parte del proceso y no significan que quieras menos a la persona.
El duelo anticipatorio es un espacio para prepararnos, no solo para la partida, sino también para cerrar ciclos, perdonar, agradecer y, cuando sea posible, despedirse. Vivir este proceso con consciencia y apoyo puede ayudar a enfrentar la pérdida con mayor resiliencia cuando llegue el momento.
Consejo práctico:
Haz una lista de los momentos, frases o gestos que más valoras de esa persona. Puedes guardarla como una cápsula de memoria. Luego, si puedes, compártela con ella o con alguien cercano. Este acto puede ayudarte a transformar el dolor en gratitud y conexión.
Referencias
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Worden, J. W. (2009). El tratamiento del duelo complicado.
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Kübler-Ross, E. (1969). Sobre la muerte y los moribundos.